El agua no solamente constituye el principal componente estructural de todos los seres vivos; sino que sus propiedades y su permanente circulación y movimiento es lo que los mantiene con vida.
De esa forma, la vida no sería posible si no existiera el agua; ni si ella no estuviera permanentemente circulando a través de todos los demás elementos inertes y vivos que existen en la Tierra. A causa de ello, la falta de agua o deshidratación conduce rapidamente a la extinción de la vida.
Por eso, cuando se especula sobre la posibilidad de existencia de vida en otros planetas o en otros lugares del Universo, lo primero que se trata de establecer, es si allí existe agua.
Las dos propiedades del agua que son fundamentales para la vida, son la capacidad de disolver otras sustancias, y la capilaridad que le permite transportarlas hacia arriba y a través de los tejidos vivos.
A pesar de su apariencia sólida, todos los seres vivos - vegetales y animales - están formados principalmente por agua que contiene disueltas otras sustancias.
El protoplasma, que es el material que principalmente forma las células de que se componen todos los seres vivos, está formado por sustancias disueltas en agua. Todos los fenómenos vitales funcionan esencialmente en base a la circulación de ciertos líquidos - como la sangre de los animales, la savia de los vegetales, la saliva, los jugos digestivos, los elementos de desecho como la orina, etc. - cuyo principal componente es agua.
La humedad de algunos tejidos - como las mucosas de nuestras vías respiratorias, que retiene el polvo del aire que respiramos - es fundamental para las funciones indispensables para la vida.
Así como el agua cumple un ciclo permanente en la tierra, que la lleva de la evaporación a la condensación, igualmente existe un ciclo vital del agua.
El agua existente en la tierra, en los intersticios de sus componentes sólidos, contiene disueltas muchas sustancias alimenticias que las plantas aprovechan para su crecimiento. El agua las transporta hacia la parte superior de esas plantas, a través de finos conductos formados en los vegetales, por efecto de la capilaridad, atraída hacia arriba por la evaporación que se produce en sus hojas.
De esa manera, empleando la luz solar, las plantas transforman las sustancias nutritivas transportadas por la savia - que es agua que tiene disueltas esas sustancias - en otras sustancias de las que se alimentan los animales. En los animales, desde el momento en que comen esos vegetales hasta que los digieren e incorporan a su cuerpo, el agua interviene permanentemente; por lo cual ingerir agua es parte de su proceso alimenticio. En el ambiente acuático de ríos, mares y lagunas, tiene lugar un ciclo similar con las plantas y animales que viven en él. Lo mismo ocurre cuando los animales no se alimentan con plantas, sino de otros animales.
Luego - en particular en los animales dotados de sangre - las sustancias alimenticias son transportadas hacia todas las partes de su cuerpo para ser utilizadas en sus funciones vitales, disueltas en agua. Finalmente, los productos de desecho de esos procesos vitales, retornan al exterior del cuerpo también disueltas en agua; y son filtradas de la sangre para ser eliminadas en forma de orina o transpiración, y el agua permite también la eliminación de los desechos de la alimentación mediante los excrementos.
El ciclo vital del agua, continúa; porque todas las sustancias eliminadas por los seres vivos luego de ser utilizadas en sus funciones vitales, gracias al agua que las transporta vuelven al medio natural, donde vuelven a transformarse nuevamente en componentes útiles para la vida de otros vegetales y animales. Cuando los seres vivos mueren, la materia de que están compuestos se desintegra; el agua se evapora, las sustancias sólidas son descompuestas por diversos microorganismos, y sus componentes vuelven a disolverse en el agua de las lluvias, retornando a la tierra, a los ríos y a los mares, para volver a ser parte de nuevos seres vivos o servir de alimento a la permanente cadena de la vida de que el agua es vehículo.
De esa forma, la vida no sería posible si no existiera el agua; ni si ella no estuviera permanentemente circulando a través de todos los demás elementos inertes y vivos que existen en la Tierra. A causa de ello, la falta de agua o deshidratación conduce rapidamente a la extinción de la vida.
Por eso, cuando se especula sobre la posibilidad de existencia de vida en otros planetas o en otros lugares del Universo, lo primero que se trata de establecer, es si allí existe agua.
Las dos propiedades del agua que son fundamentales para la vida, son la capacidad de disolver otras sustancias, y la capilaridad que le permite transportarlas hacia arriba y a través de los tejidos vivos.
A pesar de su apariencia sólida, todos los seres vivos - vegetales y animales - están formados principalmente por agua que contiene disueltas otras sustancias.
El protoplasma, que es el material que principalmente forma las células de que se componen todos los seres vivos, está formado por sustancias disueltas en agua. Todos los fenómenos vitales funcionan esencialmente en base a la circulación de ciertos líquidos - como la sangre de los animales, la savia de los vegetales, la saliva, los jugos digestivos, los elementos de desecho como la orina, etc. - cuyo principal componente es agua.
La humedad de algunos tejidos - como las mucosas de nuestras vías respiratorias, que retiene el polvo del aire que respiramos - es fundamental para las funciones indispensables para la vida.
Así como el agua cumple un ciclo permanente en la tierra, que la lleva de la evaporación a la condensación, igualmente existe un ciclo vital del agua.
El agua existente en la tierra, en los intersticios de sus componentes sólidos, contiene disueltas muchas sustancias alimenticias que las plantas aprovechan para su crecimiento. El agua las transporta hacia la parte superior de esas plantas, a través de finos conductos formados en los vegetales, por efecto de la capilaridad, atraída hacia arriba por la evaporación que se produce en sus hojas.
De esa manera, empleando la luz solar, las plantas transforman las sustancias nutritivas transportadas por la savia - que es agua que tiene disueltas esas sustancias - en otras sustancias de las que se alimentan los animales. En los animales, desde el momento en que comen esos vegetales hasta que los digieren e incorporan a su cuerpo, el agua interviene permanentemente; por lo cual ingerir agua es parte de su proceso alimenticio. En el ambiente acuático de ríos, mares y lagunas, tiene lugar un ciclo similar con las plantas y animales que viven en él. Lo mismo ocurre cuando los animales no se alimentan con plantas, sino de otros animales.
Luego - en particular en los animales dotados de sangre - las sustancias alimenticias son transportadas hacia todas las partes de su cuerpo para ser utilizadas en sus funciones vitales, disueltas en agua. Finalmente, los productos de desecho de esos procesos vitales, retornan al exterior del cuerpo también disueltas en agua; y son filtradas de la sangre para ser eliminadas en forma de orina o transpiración, y el agua permite también la eliminación de los desechos de la alimentación mediante los excrementos.
El ciclo vital del agua, continúa; porque todas las sustancias eliminadas por los seres vivos luego de ser utilizadas en sus funciones vitales, gracias al agua que las transporta vuelven al medio natural, donde vuelven a transformarse nuevamente en componentes útiles para la vida de otros vegetales y animales. Cuando los seres vivos mueren, la materia de que están compuestos se desintegra; el agua se evapora, las sustancias sólidas son descompuestas por diversos microorganismos, y sus componentes vuelven a disolverse en el agua de las lluvias, retornando a la tierra, a los ríos y a los mares, para volver a ser parte de nuevos seres vivos o servir de alimento a la permanente cadena de la vida de que el agua es vehículo.
quizá podriamos cuidar mas el agua seria de maravilla
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